Decía el filósofo greco romano Epicteto (IId.C), en su traducción por Quevedo: “No son las cosas mismas las que al hombre alborotan y le espantan, sino las opiniones engañosas que tiene el hombre de las mismas cosas”. Ninguna persona es libre si su vida es guiada por las opiniones confusas como nos suele ocurrir, y pasamos la vida interpretando y conjeturando lo que dice el otro, y lo que dijeron que dijo … La libertad es un trabajo arduo en cuanto vivimos presos de nuestros pensamientos y emociones, validando lo que enseñaba el citado sabio en el sentido que, no son las cosas las que tanto nos irritan y agravian sino la confusión mental derivada de reflexiones erráticas y erróneas. Elegí esta cita del filósofo porque la Meditación NOS DA CLARIDAD.
En primer lugar porque la sentada diaria nos traen los pensamientos en torrentes y nos permiten conocer nuestra mente como fuente de confusión, es decir falta de Claridad El conocernos como Testigos de nuestra mente nos permite conocer que el Testigo sin juzgar ve como en la pantalla del cine las películas que nos hacemos a diario e incansablemente. El Testigo nos enseña a conocernos y la reflexión post meditación es lo que nos va transformando a través del conocimiento de uno mismo. Ello, constituye la semilla de nuestra evolución consciente que nos trae la paz mental y emocional.